24 Dic Estrategia
En las últimas elecciones del Reino Unido ha ocurrido un caso análogo al de nuestro país. El político inglés Nigel Farage (del partido del Brexit) ha sufrido en las últimas elecciones lo mismo que Albert Rivera en España con los resultados electorales conseguidos respecto a los de las elecciones precedentes. Si bien en el Reino Unido se han decantado por el Brexit como salida más votada, vía Boris Johnson, es probable que no lo haya sido por el concepto en si mismo, sino por el posible cansancio de los electores ante un problema ya muy largo y del que se busca su solución (situación asimilable a España). En cierto modo pueden ser casos análogos, pero obviamente no iguales.
Y me atrevo a escribir que los resultados no provienen de que se haya votado en función del Brexit o no Brexit, en ese caso el partido de Farage hubiera sido el vencedor claro, si no de que se ha votado a quién supuestamente tiene más probabilidades de solucionar el problema y, el corto plazo ahora es lo que nos hace tomar decisiones, independientemente de que pueda ser un error.
Albert Rivera no pudo solucionar el problema que se planteó en julio con la elección de Presidente y por tanto sufrió en las urnas su indefinición y, en su caso, la falta de una estrategia clara. Y también sufrió el no solucionar el problema de julio.
La indefinición estratégica es el problema.
Y aun teniendo una estrategia, solucionar los problemas es clave para unos buenos resultados.
Lo mismo en las empresas. La indefinición de las mismas y, en concreto lo que a la estrategia financiera se refiere, hace que caigan en procesos de reestructuración que, dado que se toman como última decisión, suelen llegar tarde.
Las empresas han de tener clara su estrategia de mercado, marca, posicionamiento, propuesta de valor, etc, pero además han de tener clara su estrategia financiera.
No solucionar el problema o no decantarse por hacerlo y decidir que ya se buscarán soluciones o no tener una estrategia clara, hace que se pierdan votos o que las organizaciones entren en crisis. El día a día o el “mañana será otro día” hacen que los resultados sean los no deseados. Y hay que saber que el día a día no debe drenar los recursos necesarios para la solución estratégica.
Antes era “segmentar, segmentar, segmentar” ahora está más de moda “diferenciación, diferenciación, diferenciación”, es decir, que si bien ambas pueden ser ideas similares, lo que si se ha de tener claro es la estrategia.
Y desde luego, esa estrategia debe ser la que marque las soluciones de los problemas tácticos y que no decir ya los operativos, y no al contrario.
Almudena
Posted at 10:36h, 30 diciembreTotalmente de acuerdo,